Aunque las hemorroides (conocidas popularmente como almorranas) son igual de frecuentes en hombres y mujeres, el aumento de presión intraabdominal que produce el feto durante el embarazo y, posteriormente en el puerperio, las hacen más frecuentes en la embarazada. Esta situación, a pesar de ser bastante frecuente, se oculta y se evita hablar de ella, existiendo un importante desconocimiento sobre ellas, y especialmente sobre su prevención.

Más de la mitad de los sujetos mayores de 30 años presentan dilataciones varicosas de las hemorroides, que en ocasiones les producen molestias. Se estima que en España hay unos 20 millones de personas con dilataciones de las venas hemorroidales.

Las venas hemorroidales son un grupo de vasos venosos que se encuentran en la mucosa de la zona del recto y ano de todas las personas, pero se hacen visibles cuando se dilatan y se convierten en varicosas. Normalmente no dan clínica salvo que se inflamen, lo que puede producirse por varios motivos. Pueden producir escozor, picor, dolor y sangrado cuando se encuentran afectadas.

Se manifiestan principalmente por el sangrado indoloro de sangre de color rojo y que suele estar relacionada con la defecación. Frecuentemente es un hallazgo como mancha de sangre en la ropa interior o cuando se utiliza el papel higiénico. Cuando se inflaman producen un cuadro de hemorroiditis aguda que puede llegar a ser muy doloroso.

En ocasiones, sus complicaciones pueden constituir verdaderas urgencias como el caso de la trombosis hemorroidal por el dolor que producen, aunque excepcional suponen un riesgo grave para el paciente. En el caso de la hemorragia hemorroidal suele ser indolora, pero que puede llegar a producir un sangrado importante si la paciente esta anticoagulada.

Prevención de las hemorroides

Con el fin de prevenir las hemorroides es muy importante evitar tanto el estreñimiento como la diarrea; jugando un papel crucial para este fin, el contenido en fibra de la dieta; evitar las comidas especiadas, el alcohol y los picantes. Un ingesta abundante de líquidos y una vida activa ayudan en este sentido.

En los cuadros leves, existen numerosas preparaciones farmacéuticas en forma de cremas y pomadas que pueden ser útiles; pero lo ideal es evitar la agudización con las recomendaciones anteriormente apuntadas. Si el problema es mayor, se debe consultar al médico.

Bibliografía recomendada:

.Lohsiriwat V. Anorectal emergencies. World J Gastroenterol 2016; 22(26): 5867-78

Avsar AF1, Keskin HL Haemorrhoids during pregnancy. J Obstet Gynaecol. 2010;30(3):231-7

Sobre el autor

Profesor Universidad Complutense de Madrid

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