lavado de manos

Lavado de Manos. Salva vidas

Nos hemos familiarizado con el cartel “En este local es obligatoria la desinfección de manos, al entrar y al salir”. La gente ha descubierto durante la pandemia la rutina del lavado de manos, que puede salvar muchas vidas. Bienvenidos al club de este clásico procedimiento.

Importancia de las manos y su higiene

“Manos: las tenemos a mano para todo”

Las manos articulan sus 27 huesos en movimientos de alta precisión. Son el órgano principal del tacto, útiles en identificación (huellas digitales) y ataque y defensa. Comer con las manos permite desmenuzar el alimento y comprobar textura y temperatura. La moda del tenedor y la cuchara solo cambió ciertos hábitos.

La piel de las manos (poros sudoríparos, sebáceos, folículos pilosos, descamación, espacios interdigitales y bajo las uñas) está tapizada con microorganismos. Tras varios lavados consecutivos se siguen aislando bacterias, aunque desciende su cantidad y por tanto el riesgo de contagio.

Académicamente los desinfectantes se consideran sustancias antimicrobianas indicadas para superficies inertes mientras los antisépticos se pueden aplicar sobre tejidos vivos. Por eso los términos desinfección o esterilización de manos son inadecuados; es preferible hablar de higiene o lavado de manos.

Historia

Desde los primeros tiempos se supuso la relación de las manos sucias con la enfermedad. Por este camino se introdujo en la simbología de diversas culturas y religiones, y siempre han ido de la mano con las normas higiénicas. “…Llevará en sus manos las impuras aguas de amargura y maldición…que lleguen a tus entrañas, para que inflen tu vientre” (Pentateuco, Números, 5)

Entre los musulmanes, muchos actos se purifican con el lavado de las áreas más contaminadas como son las manos, hasta el codo y, especialmente uñas. Para algunos actos se exige la purificación mediante abluciones generales.

En la liturgia de la misa, el lavado de manos tiene un importante papel simbólico como limpieza del espíritu. Pero está relacionado con el ofertorio, antes de tocar  las ofrendas, pan y vino. Con la pandemia, los sacerdotes han extendido el lavado de manos a otros actos litúrgicos como dar la comunión.

Las observaciones de Semmelweis en parturientas y la relación de María “la cocinera” en manipulación de alimentos con tifoidea, marcaron un hito científico- sanitario. La Cirugía, la Microbiología y la Medicina Preventiva han ido consolidando el capítulo del lavado o higiene de manos.

Lavado de manos

¿Por qué?

Los astutos patógenos conocen las ventajas de utilizar las manos como vehículos hacia todos los destinos posibles. Nuestras manos se contaminan con los objetos que tocamos, que no son pocos: pasamanos, bolsas, billetes, monedas, alimentos, etc. También se contaminan al contacto con áreas genitales, anales, nasales, etc. tapizadas con microbiota diferente de la de las manos.

Los microorganismos de los objetos, de áreas del propio individuo o de otros, contaminan las manos y después las colonizan, cambiando la microbiota normal. Todas las bacterias pueden transmitirse a su vez a otras áreas, -conjuntiva, boca,…-, individuos u objetos. Un lavado inmediato y adecuado elimina los contaminantes con facilidad y reduce los colonizantes, disminuyendo el potencial riesgo de transmisión por las manos.

 ¿Dónde?

En el ámbito social.-Con la preparación de cualquier tipo de alimento y en la comida. En el cuidado de enfermos, niños y ancianos. En el cuarto de baño, al limpiarse la nariz, toser o estornudar. En la limpieza, jardinería, atención a mascotas o manipulación de residuos. Estos aspectos abarcan las actividades en el hogar, restaurantes e industria alimenticia entre otras.

En el ámbito sanitario.-En consultas, salas de exploración, laboratorios, salas de hospitalización,… No olvidar la concentración en un centro sanitario de cientos o miles de personas (enfermos, visitantes y sanitarios). El ambiente séptico, los enfermos vulnerables y la insuficiente práctica del lavado de manos, puede resultar trágico.

En el ámbito quirúrgico.- Es una parcela sanitaria especialmente sensible, que debe incluir también el uso de guantes. Su imprescindible práctica se incluye en todos los protocolos quirúrgicos, cualquiera que sea su nivel, que deben ser observados por todo el equipo.

 ¿Cuándo?

Depende de la situación y lo que se pretenda, considerando el papel de las manos en el transporte de los patógenos. Por ejemplo, para evitar contaminar debe practicarse “antes” en actividades como manipulación de alimentos o ponerse un colirio. Para evitar transmisión por manos sucias, lavarse “después” de ir al baño, atender mascotas o hacer limpieza, por ejemplo. “Antes” y “después” cuando se pretende la protección propia e infecciones cruzadas con los demás, como atención a niños, ancianos o enfermos.

¿Cómo?

Humedecer y frotar toda la superficie de las manos. ¡Atención!, toda la superficie: palmas, dorsos, espacios entre los dedos y áreas de las uñas; durante unos 20 segundos como mínimo. El secado de manos no es un tema menor. Un secador de aire, una toalla limpia o papel higiénico de un solo uso, son recursos habituales. Después del lavado y secado cuidar no tocar grifos, manillas de puertas u otros objetos contaminados o no se lograría nada.

¿Con qué?

Lo más habitual es hacer el lavado con agua y jabón. Esta práctica, simbolizada en el jabón, lleva la fama de haber salvado más vidas que los antibióticos y las vacunas. Se tiene menos experiencia con otros antibacterianos, geles alcohólicos, toallitas humedecidas, etc., pero en algunas situaciones pueden aportar notables ventajas.

Día mundial 

La Organización Mundial de la Salud ha propuesto el día 15 de octubre de cada año para celebrar el Día Mundial del Lavado de Manos. Recomienda: “entra por internet en DíaDelLavadoDeManos y estarás empezando a salvar vidas”.

El lemapara este año es <Nuestro futuro está a la mano-sigamos adelante juntos>. Los de 2.020 y 2.019 fueron: <Higiene de manos para todos> y <Una atención limpia para todos-está en sus manos> respectivamente.

Inconvenientes

Es difícil de aplicar a veces. En algunas áreas no es fácil emplazar lavabos; entonces las toallitas, geles, etc. son buenas alternativas. Las zonas más necesitadas padecen con frecuencia falta de agua potable, jabón u otros antisépticos. Entre los musulmanes se contempla la ¿higiene o purificación? con arena u otras formas cuando no se dispone de agua.

Parece sencillo el procedimiento, pero se necesita una paciente educación sanitaria. Por ejemplo, no debe extrañar que, ante el desconocimiento del mecanismo de contagio, algunos razonen que se deben lavar las manos antes de ir a orinar y no después.

También los excesos son malos. En algunas personas se desarrollan conductas obsesivas de lavados frecuentes y enérgicos. Producen descamación, irritación cutánea y predisposición a infecciones por bacterias y hongos en piel y uñas.

No es infrecuente la falsa seguridad que origina un adecuado lavado de manos. Conviene aclarar que la eficacia no es del 100 %  y las garantías de protección no son absolutas.

Por otra parte, a pesar de la sencillez y economía del procedimiento, los expertos se quejan de la insuficiente práctica en cantidad y calidad. Ni siquiera en los hospitales se practica como se debiera, quizás por falta de motivación, formación, evaluaciones y medidas coercitivas. Se necesitan hábitos y educación adecuada desde la infancia, extendiendo la información a las familias y centros de trabajo, incluidos los sanitarios.

La higiene de manos en el acervo popular

La gente conoce bien el enorme valor de sus manos y la necesidad de “tenerlas a punto”, aunque pase desapercibido por el uso cotidiano. Resulta milagrosa su precisión en: la ejecución de las órdenes cerebrales (Cirugía, piano, dibujo, manualidades diversas).  El que trabaja con sus manos = trabajador; con las manos y el cerebro = artesano; con las manos, cerebro y corazón = artista. Pero siempre con las manos.

 La higiene de manos ha sido, en la purificación, una magnífica base de símbolos y figuras litúrgicas, y al revés. Numerosos aforismos y refranes populares se pueden aplicar con el doble sentido, como algunos que se refieren a continuación.

  • A enfermo, niño y anciano, tenderles la mano con mucho cuidado
  • A mi no me mires, yo tengo las manos limpias (metafóricamente)
  • Dios mira las manos limpias, no las llenas
  • Mano lavada, salud bien guardada
  • Manos limpias no ofenden
  • Lavarse las manos, como Pilatos (referido a evitar responsabilidades)
  • El destino (o la vida) puede estar en tus manos
  • En ruin lugar, la mano no debes asentar
  • -Es como tocarse el pene con la mano izquierda. –Pero si yo no tengo pene. –Bueno, pero tienes mano izquierda
  • La mano es una fiel criada, así para cosa buena, como para mala
  • Lo fundamental tiene que estar siempre a la mano, solo así es fundamental ( Ortega y Gasset; ver lema OMS de este año)
  • Mano lavada, salud bien guardada
  • Manos limpias no ofenden
  • Me tienes en tus manos
  • Nada de lo que tengo en mis manos me pertenece, ni siquiera mis manos
  • Quien quiera tener el ojo sano, átese la mano
  • Una mano lava la otra y ambas lavan la cara

Lavado de manos ¿moda o necesidad?

De lo citado, podemos deducir su importancia por el reconocimiento histórico y cultural. La evidencia científica, tras las observaciones de Semmelweis demostró su papel en la prevención de enfermedades, ratificada en la práctica sanitaria posterior. Adquiere carta de naturaleza en la legislación de la mayoría de los países, con ejemplos como el “carnet de manipulador de alimentos”. La Organización Mundial de la Salud ha tomado numerosos acuerdos y celebra el Día Mundial del Lavado de Manos.

Sobre el autor

Médico, fue profesor de varias universidades españolas donde trabajó sobre: diagnóstico, nuevos antimicrobianos, modelos de cultivo continuo y arquitectura de poblaciones bacterianas. Su labor se plasmó en numerosas publicaciones científicas, libros y artículos de divulgación. En Esfera Salud, sus artículos de divulgación sobre historia y actualidad de la Medicina, están dirigidos al público interesado en temas de Salud.


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