Igualdad de género: una farsa

Recientemente la población sobre el planeta alcanzó el record de 8 mil millones de seres humanos y es seguro que no hay dos iguales. ¡Afortunadamente! porque si todos fuéramos igual de vulnerables, por ejemplo a ciertos patógenos, la especie habría desaparecido hace tiempo. El único factor igualitario es el envejecimiento, y los resultados finales saltan a la vista: la extinción a partir de una determinada edad.

Sin embargo, la Revolución Francesa implantó la más popular divisa de aquellos tiempos: “Libertad, Igualdad de género, Fraternidad”. Pronto se vio que la libertad de unos, solo se conquistaba a costa de la libertad de otros. El mundo de los ricos era inexpugnable y la igualdad de los pobres existía solo en la pobreza. La fraternidad se asoció a sentimientos de pertenencia a asociaciones secretas, logias, grupos políticos, etc., excluyentes en suma. La Historia demostró que los beneficiarios de los citados principios fueron quienes los habían provocado, los burgueses. ¿Verdad que la situación resulta familiar?

 Se creyó erróneamente que la divisa revolucionaria quedaba en el olvido. Desde el comunismo, proliferaron numerosos eufemismos: autonomía, independencia, emancipación, liberación, igualitarismo, igualdades (ante la ley, de oportunidades, de género,…), solidaridad, sororidad, etc., Estos términos, convenientemente utilizados, triunfan en los actuales movimientos activistas contra las ¡desigualdades! sociales. ¿Estamos ante una nueva revolución o es la misma de siempre? El tiempo lo dirá.

La Igualdad de género en la naturaleza

 Sabemos de unos 3.200 virus, elementos de composición muy elemental, no considerados seres vivos. Además, solo del SARS-CoV-2, agente de la pandemia de COVID, se han descrito más de 13.700 mutaciones. Qué no podremos decir de los seres vivos: bacterias, protozoos, insectos,…pertenecientes a más de 15 millones de especies. Cada especie, referencia estable en el tiempo, es una entidad que reúne a los diferentes individuos con unas pocas características determinadas. Desde Linneo (siglo XVIII), la clasificación taxonómica se conforma por unas características generales, que no igualitarias. Los seres humanos se ordenan en el Reino Animalia, Clase Mammalia, Orden Primates, Familia Hominidae, Género Homo, Especie Homo sapiens.

 Los miles de millones de individuos de la especie Homo sapiens, todos distintos, se agrupan en poblaciones diferentes: familiares, sociales, gregarias,… Además, cada individuo está constituido por poblaciones de células desiguales: hepatocitos, neuronas, linfocitos, etc. constituyendo tejidos y órganos diferentes. Súmense las cerca de mil especies bacterianas distintas que conviven en el individuo definiendo su identidad. La desigualdad es el principio sobre el que asienta la biodiversidad, garantía de supervivencia y coartada de movimientos ecologistas y progresistas. Este escenario choca con la obsesión política de añadir el término “Igualdad” a todas las salsas.

Sexo y perspectiva de género

 El masculino, femenino y neutro, géneros gramaticales, fueron suficientes durante siglos, diferenciándolos la Real Academia Española (RAE)  de los referidos al sexo biológico. El sexo, binario casi al 100 %, según la OMS se refiere a las características biológicas y fisiológicas que definen a varones y mujeres. Macho y hembra son categorías sexuales objetivas y no se suele discutir. Sin embargo la perspectiva de género ofrece una visión subjetiva, de amplio espectro, de confusa interpretación con frecuencia y dominante en la sociedad actual. Se refiere a roles sociales, comportamientos, actividades y atributos, considerados socialmente apropiados para hombres y mujeres.Masculino y femenino son categorías de género, que varían con las conductas sociales, el tiempo, la geografía, la cultura, la edad de la persona, etc.

 En el lenguaje, los usos y costumbres acaban imponiendo sus normas. En 2005, la RAE admitió el término “género” en los campos sociológico y feminista, y en 2014  incluyó en el diccionario la nueva acepción. “Género: Grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico”.

Igualdad de género. Es un principio de no discriminación por razón de la desigualdad de sexo. Esta difícil definición se refiere a la eliminación de prácticas indeseables contra mujeres y niñas (tráfico sexual, violencia, explotación,…). Conviene diferenciar otros conceptos como el igualitarismo, la equidad o la identidad de género.

 La doctrina según la ONU. El año 2015 abordó el tema del Desarrollo Sostenible destacando el Objetivo 5. Meta 5, a: “Emprender reformas que otorguen a las mujeres el derecho a los recursos económicos en condiciones de igualdad. Lo mismo en el acceso a la propiedad, control de tierras, servicios financieros, herencias y recursos naturales, de conformidad con las leyes nacionales.” -Si no es así, a decir de algunos,se cambian las leyes nacionales y punto-. Los principios de la Agenda 2030 y la ONU son seguidos por todas sus agencias y oficinas como la UNESCO, la FAO o la OMS.

Por cierto ¿son públicas las financiaciones de estos planes? ¿Quiénes elaboran los Informes y planes? ¿Alguien conoce la convocatoria para participar en la elección de los miembros? Son cuestiones importantes, porque habitualmente se utilizan de coartada y aval para legislar en los Estados soberanos. 

 En España, bajo el paraguas de la perspectiva de género y la coartada de informes de los organismos citados se están imponiendo verdaderas tropelías. Las leyes de Igualdad de Género, Bienestar Animal, Familias y Transgénero son algunos ejemplos.

 Con la legislación en violencia de género, tras varios años, seguimos en cifras intolerables y empeorando en algunos aspectos. La regulación del trato animal es caótica. ¿Es por el cariño a las mascotas o por pertenecer al mismo Reino Animalia quela especie humana? ¿Y los demás seres vivos: vacas, pollos, ratones, mosquitos, frutales, pinos, rosales, lechugas, bacterias, etc.? Todos se reproducen y sienten, se estresan o sufren ante cualquier hostilidad. De la torre de Babel con 16 tipos familiares contemplados en la Ley de Familia solo se puede esperar el caos y el derrumbe. ¿Y por qué excluir  a un único individuo conviviente con sus poblaciones celulares y su peculiar entorno? Igualdad de género

Seguramente la identidad transgénero es el mayor despropósito. Los cambios de sentimientos de género por cultura, edad de la persona, etc. tienen un componente biológico. En muchos casos las terapias irreversibles de conversión pueden ser trágicas y debían prohibirse.

 El caldo de cultivo. Estamos en un escenario de desigualdades complejo y muy sensible: explosión demográfica, discriminaciones y brechas sociales, biodiversidad, cambio climático, etc. La Igualdad de género “aldea global” da carta de naturaleza a grupos, foros, organizaciones internacionales “progresistas”, etc., que podrían equipararse a las “fraternidades”, logias o hermandades. Es como si la nueva burguesía, o casta, estuviera imponiendo una moderna revolución a la francesa sobre un sistema democrático debilitado. No se debe despreciar la fuerza del lenguaje, inclusivo en este caso, usado por oportunistas en lemas contradictorios y mensajes confusos intencionadamente.

“Donde dice igualdad, deberíamos fijarnos en la desigualdad” La igualdad es una falacia, muy usada porque vende bien, pero en las relaciones humanas la referencia rigurosa es la desigualdad. Así, la “igualdad de género” está desenfocada, porque la clave no está en la igualdad ni en el género sino en la desigualdad. Es evidente la necesidad de más información y menos leyes excluyentes; y frente al confusionismo creado, conviene explorar la existencia de intereses espurios.