a can of flash energy in a car

Bebidas energizantes: lo bueno y lo malo (1)

Las bebidas energéticas son bebidas que lo primero que tenemos que decir es que no contienen alcohol, pero contienen sustancias estimulantes. Estas bebidas disminuyen en el consumidor la sensación de fatiga y agotamiento, además de reducir la sensación de sueño, incluso pueden aumentar la resistencia física.

Estás bebidas energizantes están básicamente constituidas por cafeína, varias vitaminas (B1, B2 (rivoflavina que aporta además color a la bebida) y vitamina C), carbohidratos del tipo de la glucosa y sacarosa, y otras sustancias como la taurina. También contienen muchas de ellas la glucuronalactona que es un hidrato de carbono que libera lentamente su contenido azucarado, lo que hace que el efecto de mantener los carbohidratos algo más elevados, sin alterar el nivel de azúcar en sangre, perdure más en el tiempo, y por lo tanto se prolongue la capacidad energética de la bebida. Este tipo de bebidas contienen también minerales como magnesio y potasio y algunos extractos de guaraná, yerba mate o ginseng.

Bebidas energizantes x isotónicas

A las bebidas energizantes no hay que confundirlas con las bebidas isotónicas que tienen agua y electrolitos utilizadas para la recuperación tras un ejercicio físico intenso, o con otro tipo de bebidas carbonatadas como gaseosas.

Hay cierta alarma en la comunidad científicas acerca de posibles efectos secundarios que en algunas personas podría causar el consumo habitual de este tipo de bebida. En este sentido, arritmias, hipertensión, insomnio entre otros, son algunos de los efectos que vienen siendo señalados como efectos secundarios asociados al consumo de bebidas energizantes. Preocupante en este sentido es que su consumo se ha extendido de forma muy notable entre personas jóvenes.

Si consideramos los datos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, más del 65% de jóvenes comprendidos entre 10 y 18 años consumen habitualmente estas bebidas. La ingestión frecuente entre los jóvenes es realizada con el objetivo de lograr un mayor rendimiento académico (34,8%). Por dar algún dato publicado, en México, en un estudio realizado en 1.138 estudiantes de la Universidad de Baja California, el 12% consumía bebidas energizantes por lo menos una vez a la semana, al mismo tiempo se encontraron altas prevalencias de sobrepeso y obesidad. Sin embargo, el dato quizás más preocupante es que hasta un 30% de jóvenes lo consumen en combinación de alcohol.

Un estudio realizado en un hospital de Detroit concluyó que las personas que tienen la tensión elevada, o enfermedades asociadas al corazón, deberían evitar el consumo de este tipo de bebidas ya que en muchas ocasiones pueden aumentar de forma significativa las cifras de tensión arterial además de la frecuencia cardiaca, esta última hasta en un 7%.

Próximamente parte 2: Los componentes de las bebidas energizantes y su posible impacto en la salud


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