mutualismo em medicina

Niveles de Mutualismo en Medicina

Escenario

El mutualismo biológico es la interacción entre individuos de distintas especies o poblaciones (cooperación). Las interacciones más conocidas se refieren al hombre como parte dominante, explotador de los recursos y servicios de otras especies. La agricultura y ganadería simbolizan la explotación de especies vegetales y animales que cambiaron el hombre cazador por el sedentario. La domesticación de bacterias y levaduras para producir yogures, pan, vino, cerveza, etc. son ejemplos de otro nivel de mutualismo.

En Medicina, como ciencia biológica que es, nada escapa a las relaciones señaladas. Incluso la práctica médica con especialidades, grupos, pacientes, etc., contempla fenómenos similares de mutualismo.   

Principios

  • Las complejas, necesarias y vitales interacciones entre diferentes especies y poblaciones (biodiversidad) con su entorno (ecología) son de múltiples tipos y niveles. 
  • Según las consecuencias dominantes, se habla de mutualismo, simbiosis o cooperación (resultados favorables generales). La domesticación, parasitismo, depredación, etc., explica el aprovechamiento de unos en detrimento de otros.
  • Todos los mutualismos son dinámicos y tienen en común un balance beneficioso, sin descartar  posibles daños colaterales. El fin es el equilibrio que asegure la supervivencia de las especies.
  •  En la cooperación suele destacar el dominio pasajerode una población o grupo sobre otra (dependencia). Puede ser estable, cuando el fin es el de cualquier mutualismo.
  • En Medicina, especialmente las enfermedades infecciosas aportan ejemplos en numerosos niveles de interacción biológica.
  • El dinamismo de las interacciones es sorprendente: recursos, servicios, intensidad y tiempo varían condicionando el pronóstico para el paciente y el patógeno.
  • El médico es el ecologista por excelencia. La práctica médica consiste en controlar, normalizar y mantener las interacciones (mutualismo) más adecuadas entre las especies y poblaciones que participan en la salud.

Ejemplos médicos

La relación virus – bacterias, incluyendo los primeros, que no se consideran entre los seres vivos, sigue los modelos de interacciones de especies.

  • Unos fagos (virus infecciosos de bacterias) se acomodan en el cromosoma bacteriano, con el que se multiplican en una típica simbiosis. Aportan a la bacteria parasitada servicios como resistencia a antibióticos o toxicidad.
  • Por ejemplo, solo las bacterias diftéricas infectadas por un fago producen la toxina diftérica. Este fenómeno ha sido utilizado por el hombre para domesticar la cepa Park Williams-8, y producir industrialmente la toxina y convertirla en vacuna.
  • Otros fagos parasitan las bacterias para replicarse y diseminarse tras la lisis bacteriana. Un caso de depredación. La selección de fagos específicos frente a bacterias patógenas, debidamente domesticados, es la base de una modalidad terapéutica.

En las infecciones humanas por virus se repiten los modelos.

  • El virus del SIDA, por ejemplo, se adaptó a la especie humana para, desde su integración en el genoma celular dirigir su propia replicación, dañar al huésped y diseminarse a favor de conductas humanas.
  •  Los virus respiratorios ilustran sobre otros niveles. Compiten con otros virus, colonizan la mucosa e infectan las células epiteliales respiratorias, donde se replican. La masiva liberación de virus provoca diseminación -favorecida por la tos-, inmunidad (simbiosis) o muerte del paciente, fracaso del mutualismo.

En las infecciones bacterianas y fúngicasse ven los mismos niveles de interacción citadas para los virus.

  • -Destaca la simbiosis de cientos de especies bacterianas entre ellas y con la piel y mucosas humanas. Solo algunas, dominantes, provocan un parasitismo expresado como infección endógena. Las especies patógenas del exterior, deben superar las defensas compitiendo con cientos de otras especies, colonizar, infectar y desencadenar la enfermedad.
  • La enfermedad constituye otro nivel de mutualismo con una parte claramente perjudicada: el paciente. En este escenario todo el organismo pone en marcha un plan de cooperación con defensas generales inespecíficas y específicas (leucocitos, macrófagos, linfocitos, anticuerpos, etc.). El objetivo es impedir que la infección, frecuente, no acabe en enfermedad clínica, excepcional.

 Las relaciones con parásitos y artrópodos pueden ser más complejas, pero las bases son las mismas.

  • Veamos el ejemplo del paludismo. El Plasmodium parasita y depreda hepatocitos y eritrocitos humanos donde se nutre, multiplica, se diferencia sexualmente y produce el cuadro clínico. Es decir se trata de una simbiosis con el patógeno como único beneficiado. Otra relación parasitaria se establece con el mosquito transmisor que, al picar al enfermo, obtiene nutrientes y parásitos. Es cooperador necesario del parásito, que se multiplica y modifica en el tubo digestivo del mosquito. Así se convierte en transmisor de la enfermedad a personas sanas, cerrando el ciclo biológico.
  • En este mutualismo de tres especies resalta el perjuicio de la especie humana y el dominio del parásito. Parecería un fenómeno de domesticación o esclavitud.

nivel de poblaciones celulares, la cooperación es la forma dominante del mutualismo. Los millones de células del organismo humano se especializan y cooperan entre ellas formando los tejidos, órganos y sistemas. Cada población celular tiene sus peculiaridades.

  • Así los eritrocitos, privados de núcleo en una especie de “esclavitud”, son cargados de hemoglobina como recurso para aportar un servicio: transportar oxígeno. Otro tanto se podría decir de las poblaciones de células productoras de insulina, hormonas tiroideas, sexuales, etc. Todas responden a las órdenes emitidas y ejecutadas mediante los mediadores (hormonales, neurológicos) para producir los servicios correspondientes.
  • Se debe recordar el mutualismo de las cientos de especies bacterianas digestivas, que son recientemente consideradas como un órgano más. Se asegura su existencia con los nutrientes digestivos y aporta recursos (vitaminas, enzimas, serotonina,…) y servicios (barrera, digestión, mediadores neurológicos).

A su vez todos los sistemas interaccionan en la vida humana. La misión del médicoconsiste en conocer los engranajes del mutualismo fisiológico, las interacciones entre sistemas y la forma de corregir los desequilibrios producidos. En caso contrario acecha el riesgo del fallo multiorgánico.

A nivel social, dentro de las poblaciones de la misma especie, los modelos del mutualismo se replican en los diferentes grupos. Las organizaciones médicas no son una excepción. Es el caso de la competencia en la práctica médica, la cooperación entre especialistas en el medio hospitalario o la dependencia de la Administración. En definitiva, la práctica médica es puro mutualismo en su más amplio sentido.

Sobre el autor

Médico, fue profesor de varias universidades españolas donde trabajó sobre: diagnóstico, nuevos antimicrobianos, modelos de cultivo continuo y arquitectura de poblaciones bacterianas. Su labor se plasmó en numerosas publicaciones científicas, libros y artículos de divulgación. En Esfera Salud, sus artículos de divulgación sobre historia y actualidad de la Medicina, están dirigidos al público interesado en temas de Salud.


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