microbioma

Microbioma: un mundo enigmático

Tres mundos. El hombre vive con tres referencias físicas: el espacio astronómico, el entorno humano visible y el mundo microscópico invisible de su entorno. Este último incluye la flora microbiana del organismo humano, actualmente denominada microbiota. En poco tiempo se han descrito numerosas interacciones microbianas-incluidos fagos y otros virus, genes y metabolitos- entre sí y con el organismo humano. Este conjunto dinámico recibe el nombre de Microbioma, campo complejo y enigmático, con múltiples descubrimientos y no pocas lagunas.

El mundo del entorno invisible

Las novedades del mundo microscópico, como toda revolución, originaron múltiples interpretaciones, al modo del cuento de los ciegos y el elefante. Avances como el microscopio, los postulados de Koch o la biología molecular aportaron mágicas soluciones; también interrogantes y argumentos para escépticos. El Microbioma no podía ser menos.

Justificación. Se dice “algo tendrá el agua cuando se bendice”, para zanjar debates sobre los beneficios de un producto o conducta sin profundizar en las causas. Veamos  algunos ejemplos sobre el tema.

  • El Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica, uno de los más prestigiosos, acaba de concedérsele a Bassier, Gordon y Greenberg. Por algo será. Sus “Aportaciones al robusto vínculo del mundo microscópico con la salud humana”, como se resumen sus méritos, incluyen numerosas investigaciones sobre el Microbioma digestivo. Se refieren a fenómenos de simbiosis, comunicación entre bacterias, relación con diabetes, cáncer, procesos inmunológicos y neurológicos.
  • Con el término microbiota se registran más de cien millones de referencias en internet y unas 30.000 en Google académico. Cuando la información es sobreabundante, la desinformación es un peligro.
  • La multinacional “Archer Daniels Midland” factura más de 100 mil millones de dólares al año. Centra en España la investigación con probióticos sobre: salud digestiva, metabolismo, inmunidad, piel y salud mental. El gasto en España fue de 75 millones de euros en 2022 y se estiman 10.000 millones para 2027. En 2.021 el consumo español de yogur- la cuarta parte con bifidobacterias- fue de 500 toneladas.

Características destacables del  Microbioma.

  •  -El recién nacido, al contactar con su nuevo mundo, se impregna de la vida microscópica, el Microbioma, que se adquiere, no se hereda. Las poblaciones microbianas colonizan las superficies con diversidad según edad, sexo, higiene, alimentación, área de estudio, etc.
  • -Los microbios tapizan piel y mucosas, contaminándolas sin dejar resquicio alguno, como saben muy bien microbiólogos y cirujanos en diagnósticos y tratamientos. En la piel hay numerosos nichos diferentes, destacando axilas, periné, pies, manos y áreas pilosas. La carga bacteriana en mucosas, especialmente en polos digestivos, boca y colon-recto, es tan impresionante que se considera como el genuino Microbioma.
  • -Composición. Se dice que el tubo digestivo aloja unos 100 billones de bacterias, número muy superior al total de células estimadas para el organismo humano. Corresponderían, según estimaciones, a unos 2 kilos de peso y a unas mil especies identificadas a partir de boca y el doble de heces. Las especies encontradas rondarían las diez mil en su totalidad, dominando, curiosamente, las anaerobias.
  • -Estructura. Como todos los seres vivos, las bacterias del Microbioma tienen su territorio propio y soberano. Colonizan las superficies formando capas estables (“bio-films”) de compleja estructura, resistencia y función donde pueden coexistir unas pocas especies en diferentes fases de multiplicación. Destacan algunas colonizaciones como las de placa dental, surco gingival, áreas linguales o vellosidades y recovecos intestinales. Corresponde al Microbioma estable, fijo, con menor carga bacteriana, pero el más importante. El transeúnte, inespecífico, efímero, muy diverso, cambiante y abundante corresponde al de la saliva, jugos y heces.
  • -Fisiopatología. Las áreas con buena circulación, oxigenación, inervación y recovecos son aptas para ser colonizadas. Paradójicamente, los anaerobios se las apañan muy bien para sobrevivir y beneficiarse en este ambiente de múltiples simbiosis. Las bacterias, ricas en producción de enzimas, atizan la caldera de combustión de la digestión y añaden síntesis de vitaminas, neurotransmisores, etc. Además, la formación del tapizado supone una barrera frente a la colonización “ilegal” de patógenos exógenos.

Por otra parte, el Microbioma– especialmente el digestivo- no goza de buena fama, por el olor que desprende (halitosis, ventosidades, heces). Su patología se asocia a desequilibrios poblacionales originados por antibióticos, cáncer, procesos metabólicos, etc. Los traumatismos, como la cirugía, facilitarían la infección por entrada de múltiples especies bacterianas a través de soluciones de continuidad de áreas colonizadas.

Interrogantes y enigmas.

La mayoría de los conocimientos sobre el Microbioma se han obtenido a partir de ensayos de laboratorio y observaciones clínicas parciales. En un tema tan complejo solo disponemos de algunos principios y estimaciones, que dan pie a muchos interrogantes.

  • ¿Amigos o enemigos? El Microbioma digestivo es el resultado de una invasión y colonización microbiana del territorio humano, con beneficios para todos. Esta simbiosis es un tratado de “amistad” duradero, mientras se cumple lo pactado. Una recolonización eventual por patógenos, tolerada por el Microbioma, explicaría cuadros como cólera, salmonelosis. Es más habitual que el hospedador inicie las hostilidades (antibióticos, cirugía, transgresiones alimenticias, patología sistémica,…), modificando las condiciones. Entonces nuestros enojados “ocupas” originan infecciones, caracterizadas por ser oportunistas, inespecíficas, endógenas y poli-bacterianas.
  • ¿Qué consistencia científica tienen los datos numéricos sobre número de bacterias y especies de la microbiota? Ninguna, son meras estimaciones, pero su espectacularidad despierta la curiosidad periodística por el tema y anima la investigación.
  • ¿Es cierto que el peso de nuestras bacterias es de unos dos kg.?  Péselas, si puede. Estamos ante otra estimación de imposible comprobación exacta. Además, si así fuera un antibiótico adecuado sería el mejor adelgazante. Pero ¿no decían nuestras madres, que los antibióticos, como en las granjas, son promotores de engorde?
  • ¿Por qué son tan frecuentes las especies bacterianas anaerobias estrictas en áreas bien irrigadas y oxigenadas como es la boca? ¿Y en colon? Hay muchas explicaciones: tolerancia en fase estacionaria, consumo de O2 por aerobios asociados, bajo potencial red-ox en recovecos, espesor del “biofilm”, residuos, etc. Pero conviene no generalizar.
  • Un “biofilm” de laboratorio recreado con una sola especie ¿valida la fisiopatología de la placa dental o de las poblaciones permanentes del colon? No, pero aproxima a la realidad; menos es nada.
  • Las modernas técnicas de biología molecular, como las de secuenciación masiva ¿permitirán desvelar todos los interrogantes? En absoluto. No es poco que ayuden en el seguimiento de alteraciones o grados de reposición de poblaciones en tratamientos.
  • Las alteraciones del Microbioma ¿son causa o consecuencia de procesos patológicos? Algunas colitis seudo-membranosas se asocian directamente, no siempre, con la administración de determinados antibióticos. Otras alteraciones relacionadas con el cáncer, estrés, disturbios alimenticios, etc. son más difíciles de establecer.
  •  -¿Tiene fundamento relacionar el Microbioma digestivo con el cerebro? Hablan a favor: la obesidad, ansiedad, depresión, dinámica circulatoria  en comidas, neuro-mediadores bacterianos (serotonina, GABA, dopamina,…), abundantes terminaciones nerviosas digestivas, etc. Hablar de 2º cerebro es sugestivo pero no deja de ser ciencia-ficción periodística en la actualidad.
  • ¿Se puede eliminar el Microbioma en determinados casos? Imposible; si alguien tiene la tentación de evitar las infecciones endógenas-oportunistas erradicándolo que desista. Solo lo logrará mediante la incineración, y no es el caso. Otro tema a concretar consiste en reducir riesgos con medidas difícilmente evaluables: prudencia con antibióticos, preparación de colon, intervencionismo cuidadoso en mucosas, etc.
  • ¿Es la reposición de la “flora” un tratamiento fiable? Seguramente es el aspecto más cuestionado, especialmente por las implicaciones económicas. La tradición identifica numerosos alimentos saludables, conteniendo bacterias y sus fermentos. El éxito económico lo comprobamos en los atractivos yogures que saturan las estanterías de los supermercados. Curiosamente no produce repugnancia comer “bichos vivos”; ¡milagros publicitarios! Sobre el cambio climático, Clauser (Nóbel de Física, 2022) señalaba: “La percepción de una verdad se transforma en verdad (realidad) mediante publicidad (dinero)”. Este concepto se puede extender también al campo comercial de probióticos y prebióticos. Sin embargo, la falta de estudios rigurosos en seleccionar microorganismos y pautas adecuadas en cada indicación deja el tema en nebulosa.

Un asunto diferente es el tratamiento con “flora fecal”. Parece ser muy eficiente, pero como no se elimine el repugnante término fecal, es dudoso que el enfermo trague con  sus beneficios. La Industria debe ser capaz de usar eufemismos terminológicos, enemas y otras presentaciones con colores y sabores atractivos para rentabilizar el producto.

Sobre el autor

Médico, fue profesor de varias universidades españolas donde trabajó sobre: diagnóstico, nuevos antimicrobianos, modelos de cultivo continuo y arquitectura de poblaciones bacterianas. Su labor se plasmó en numerosas publicaciones científicas, libros y artículos de divulgación. En Esfera Salud, sus artículos de divulgación sobre historia y actualidad de la Medicina, están dirigidos al público interesado en temas de Salud.


Descubre más desde Esfera Salud

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *