El curioso: ¿impertinente o pertinente?

El Curioso ¿Qué es la curiosidad?  Según el diccionario de la RAE es el deseo de saber alguien algo que no le concierne. Ver más en esta publicación.

La segunda acepción se refiere al vicio de alguien por inquirir algo que no debiera importarle. Ambas definiciones dejan en mal lugar a los curiosos.

  • Entonces, ¿debemos eliminar la curiosidad por impertinente? ¡Ni hablar! hoy conocemos su pertinencia en la supervivencia y desarrollo de todas las especies vivas. Las proteínas de “sentido de quorum” bacteriano, las antenas de los insectos y las abejas u hormigas exploradoras son algunos ejemplos. La imitación de córvidos, loros o primates, la vigilancia en la manada o la investigación en humanos obedecen a indagaciones pertinentes e imprescindibles.
  •  ¿Dónde se localiza la curiosidad humana? La información llega por los órganos de los sentidos hasta el cerebro donde se procesa en forma de emociones.  En sociología se refiere a los impulsos que empujan a la exploración, investigación y aprendizaje. Se relaciona con el apetito de conocimiento, deseo de información, pasión por comprender y necesidad de desarrollarse.  Definitivamente la curiosidad es una impronta vital incorporada de forma variable en la carga genética de todos, absolutamente todos, los seres vivos. Es una cualidad o carácter de ventaja en la evolución de los seres vivos.  Un individuo o grupo social sin curiosidad estaría en desventaja biológica y condenado a su desaparición.

El curioso impertinente

¿Por qué es denostado el personaje así referido por Cervantes? La definición de la RAE lo explica casi todo. La morbosa curiosidad del desnudo, presente desde Adán y Eva, era bien conocida en la cultura griega, la literatura clásica (1) y la cinematografía. Con la pornografía, el desarrollo de la fotografía y las redes se dispararon los trastornos psicosexuales o parafilia (exhibicionismo, voyerismo, pedofilia, …) (2). Como en la lujuria, las inclinaciones compulsivas conducen a la envidia, la avaricia, la gula u otras desviaciones.

-Otro tipo, no menos frecuente, es la curiosidad ante la desgracia ajena que producen un secreto regocijo inmediato. El espectáculo del accidente de tráfico, deportes de alto riesgo como el boxeo o las ejecuciones públicas ofrecen una irresistible atracción para muchos. Hay indiscreciones relativamente divertidas, como las entretenidas sesiones de jubilados frente a una zanja en construcción. Son similares el bienestar por ver perder al equipo adversario o la malsana curiosidad retratada en “la vieja del visillo” del humorista Mota.

El curioso pertinente

¿Por qué este tipo es recomendado? ¡Porque es fundamental! Las relaciones del hombre con su entorno se establecen por los órganos de los sentidos; son las estructuras estratégicas de la curiosidad. Las diferentes tácticas están en las preguntas; éstas, con o sin signo de interrogación, son figuras lingüísticas genuinas de la especie humana. Todos hemos padecido las continuas demandas de los niños con el “¿por qué?, ¿y para qué?, …”, señal de su afán por saber y madurar. El interrogatorio inteligente fomenta el conocimiento de forma exponencial y es imprescindible en determinadas profesiones. ¿Alguien se imagina a los médicos, policías, periodistas, filósofos o científicos sin preguntar o preguntarse? El individuo sin deseos de información, que no inquiere, es candidato seguro a la manipulación y parasitismo social.

  • El interrogatorio. Para el médico, que se pasa su vida profesional preguntando, es una herramienta fundamental, de manejo muy delicado porque invade la esfera íntima del paciente. Lo desnuda literalmente.
  • La apertura de la Historia Clínica se inicia con una indagación en regla. ¿Cuáles son sus datos personales?: nombre, edad, sexo, peso, estatura, domicilio, profesión, compañías …) Un filón informativo que haría las delicias de muchas empresas.
  • Las tres preguntas hipocráticas clásicas (¿Qué le pasa?, ¿Desde cuándo? ¿A qué lo atribuye?) siguen vigentes (3). Parar sintonizar con la cultura participativa del enfermo se suele ampliar con cuestiones como: ¿en qué le puedo ayudar o qué espera de mí? Rompen la distancia con el paciente y canalizan las siguientes indagaciones. La etiología y patogenia deben responder a varios interrogantes. ¿Cuáles son las causas posibles? ¿Cómo y dónde se produce la lesión? ¿Qué factores interaccionan? Así se tendrá una aproximación diagnóstica analizando ¿qué signos y síntomas padece? Especial importancia adquiere la pregunta ¿cuánto? Se necesita para establecer la intensidad y grado de anemia, diabetes, defensas, metabolismo, etc., así como para predecir la evolución. ¿Quiénes pueden ser tratados? ¿Con qué tratamiento, dosificación, etc.? ¿Cuándo empezar y terminar? ¿Cuáles son los efectos secundarios? ¿Qué factores deben considerarse? ¿Cómo es de vulnerable? ¿Cuáles son las medidas eficientes? Las citadas cuestiones son fundamentales en la terapéutica y prevención

Los interrogantes del enfermo son más importantes, pero suelen perderse en un mar caótico de dudas. ¿Qué será mejor, el remedio o la enfermedad? ¿Es realmente necesario? ¿Cuáles son los riesgos, me tocarán a mí? ¿No habrá otras opciones? ¿Qué pasa si no lo cumplo? ¿Qué me mandó el médico?

El Curioso
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Resumen

El código de la vida está en el “ADN” pero su interpretación debe responder a los interrogantes adecuados. Qué, dónde, cómo, cuándo, cuál, quién, cuánto, … además de los signos de interrogación, son vitales para el hombre. Ordene las preguntas, encuentre las respuestas correctas y tendrá la descripción de cada individuo y la ruta de su desarrollo. En Medicina, el problema está ¿dónde situar la pertinencia o impertinencia? Depende del objetivo y del uso que se dé a las respuestas. “No hay preguntas indiscretas; respuestas, a veces sí” (4). Los médicos, en fin, saben que manejan información muy sensible y están en el punto de mira de la Ley de protección de datos.

(1) Falin-Lacourt, C.- Formas Vicariantes de un tema recurrente. “El curioso impertinente” (Cervantes y Guillén de Castro). Criticón, 30, pg-169-181, 1985.

(2) Brown, G. R.- Introducción a las parafilias y a los trastornos parafílicos. Manual MSD, Rahway, USA, 2024.

(3) Pérez Arellano- “ Manual de Patología General, Sisinio de Castro” 8ª edición. Elsevier Barcelona, 2019.

(4) Reflexión atribuida a Oscar Wilde

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Sobre el autor

Médico, fue profesor de varias universidades españolas donde trabajó sobre: diagnóstico, nuevos antimicrobianos, modelos de cultivo continuo y arquitectura de poblaciones bacterianas. Su labor se plasmó en numerosas publicaciones científicas, libros y artículos de divulgación. En Esfera Salud, sus artículos de divulgación sobre historia y actualidad de la Medicina, están dirigidos al público interesado en temas de Salud.


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