Avicena. Su canon médico cumple 1000 años

En este año 2013, la Unesco, a petición del gobierno de Irán, celebra el milenario del texto médico más importante del medioevo: el famoso Kitab al Qanum fi al Tibb (El libro del canon de medicina). Su autor es, el médico, filósofo, teólogo, astrónomo, político y escritor persa Abu Alí al-Husayn ben AbdAllahibnSina (980-1037), conocido en Occidente como Avicena.

Avicena nació el 7 de agosto de 980 en Afshana, provincia de Jorasán, Tranxosiana, (actualmente en Uzbequistán), cerca de Bujará.Su padre, que pertenecía a la administración samánida, lo educó con esmero en Bujara donde estudió física, matemáticas, filosofía, lógica y el Corán.

Dotado de gran inteligencia y de una extraordinaria memoria, a los 14 años superó a sus maestros. Por su cuenta estudió ciencias naturales y medicina. A los 17 años gozaba ya de fama como médico al haber salvadola vida del emir NuhibnMansur; como favor se le permitió acceder a la magnífica biblioteca de los primeros samánidas, donde amplió sus conocimientos de matemáticas, música y astronomía.

Se convirtió en médico de la corte y consejero de temas científicos hasta la caída del reino samaní en 999.A los 21 años escribió su primer libro de filosofía. Hacia el año 2012 (con 32 años), inició su obra maestra, el celebérrimo Canon de medicina (traducida al latín por Gerardo de Cremona), que contiene la colección organizada de los conocimientos médicos y farmacéuticos de su época en cinco volúmenes(kutub):

  • 1ºdedicado a los fundamentos básicos de la medicina, el cuerpo humano, la salud y el tratamiento
  • 2º dedicado a la materia médica (donde incluye una relación alfabética de las drogas, sus virtudes y mecanismo de acción)
  • 3º dedicado a las enfermedades, ordenadas a capite ad calcem (de la cabeza a los pies)
  • 4º dedicado a las enfermedades sistémicas (particularmente las fiebres, pero también los tumores, heridas, fracturas y cirugía menor)
  • 5ºdedicado a los medicamentos compuestos y su aplicación médica.

En esta enciclopedia logró conciliar los principios médicos de Hipócrates y Galeno con las teorías biológicas de Aristóteles. En el campo de la medicina su influjo fue universal durante muchos siglos. Este tratado sirvió de texto en las facultades de medicina hasta el s. XVI.

Avicena fue el primero en distinguir la pleuresía, la mediastinitis y el absceso subfrénico.

Describe las dos formas de parálisis faciales (central y periférica).

Da la sintomatología del diabético.

Sabe hacer el diagnóstico diferencial entre la estenosis del píloro y la úlcera de estómago.

Describe diferentes variantes de ictericias.

Da una descripción de la catarata, de la meningitis, etc.

Presiente el papel de las ratas en la propagación de la peste.

Indica que ciertas infecciones se transmiten por vía placentaria.

Es el primero en preconizar tratamientos por lavativas rectales.

Descubre que la sangre parte del corazón para ir a los pulmones y volver, y expone con precisión el sistema de ventrículos y de válvula del corazón.

Es el primero en describir correctamente la anatomía del ojo humano.

Emite también la hipótesis según la cual el agua y la atmósfera contendrían minúsculos organismos vectores de algunas enfermedades infecciosas.

Puede ser considerado el inventor de la traqueotomía, cuyo manual operatorio sería precisado por el célebre cirujano árabe Abulcasis de Córdoba.

Pero ante todo, Avicena se interesa por los medios de conservar la salud. Recomienda la práctica regular de deporte o la hidroterapia en medicina preventiva y curativa. Insiste en la importancia de las relaciones humanas para conservar una buena salud mental y somática.

Tras la muerte de su padre, para ganarse la vida ocupó varios puestos administrativos, implicándose en política. Siempre permaneció fiel a sus ideas, lo cual le valió envidias y persecuciones e incluso la cárcel. Huido de ésta, pasó 14 años de relativa tranquilidad en la corte de Ispahan, pero durante una expedición a Hamadán (actual Irán), el filósofo sufrió una crisis intestinal grave, que padecía desde hacía tiempo y, que contrajo, según dijeron, por exceso de trabajo y de placer. Intentó curarse solo pero su remedio le fue fatal. Murió a los 57 años en agosto de 1037, tras haber llevado una vida muy ajetreada y llena de vicisitudes, agotado por el exceso de trabajo.

La medicina de Avicena podría resumirse en la frase de introducción de Urdjuza Fi-Tib en el Poema de medicina: «La medicina es el arte de conservar la salud y eventualmente de curar la enfermedad ocurrida en el cuerpo».

El Premio Avicena es un prestigioso galardón que la Unesco otorga a las personas que se distinguen en la ética en el quehacer científico


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