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Enfermedades respiratorias crónicas: como respirar mejor en el calor

1.- No se debe interrumpir la medicación durante el verano, aunque se note una mejoría de los síntomas. La toma de la medicación diaria se debe realizar también en período de vacaciones. Si se viaja fuera del domicilio habitual, es recomendable llevar el tratamiento suficiente para cubrir el tiempo que se esté fuera.

2.- Es aconsejable emplear inhaladores de cómoda utilización y que combinan el tratamiento antinflamatorio y el broncodilatador. Conservar los inhaladores y el resto de medicamentos en un lugar fresco, ya que el calor puede alterar su composición.

3.- Conviene mantenerse hidratado, ya que es esencial regular la temperatura corporal. Se recomienda beber una media de 1,5-2 litros de agua diarios (aproximadamente 8 vasos), independientemente del nivel de actividad o de la sed.

4.- Es bueno llevar ropa ligera, holgada y que deje transpirar durante el día; por la noche, se pueden utilizar diversos recursos para facilitar el sueño, tales como: utilizar un pijama humedecido, refrescar la almohada, darse una ducha de agua tibia antes de acostarse, etc.

5.- En la medida de lo posible, se debe procurar no salir al exterior en los días más calurosos. Es preferible permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados. Descansar en interiores con aire acondicionado convenientemente regulado (20-24 grados) o darse una ducha con agua tibia y refrescarse son actividades que pueden venir bien para bajar la temperatura corporal.

6.- Es preferible salir temprano de casa o una vez que el sol se haya puesto. Si se necesita utilizar el coche, mejor aparcar en zonas de sombra o colocar protectores solares en el vehículo. Ninguna persona debe quedarse en un vehículo estacionado y cerrado, especialmente las personas mayores.

7.- No está de más tener en cuenta la humedad, ya que las zonas excesivamente calurosas y húmedas pueden dificultar la respiración.

8.- Hay que evitar la realización de ejercicio físico en condiciones climatológicas adversas o en áreas altamente contaminadas. Además, es aconsejable, en cualquier caso, reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas más calurosas (de 12.00 a 18.00 horas).

9.- Llevar una vida sana, mantenerse activo y tener una actitud positiva facilita la respiración. Cuando en los días más calurosos y/o húmedos del verano se requiera permanecer en el interior de la casa, conviene buscar alternativas para llevar a cabo una actividad física moderada.

10.- Ante un golpe de calor, lo primero es refrescarse con paños húmedos o agua fresca (no excesivamente fría) y, luego, colocarse a la sombra y beber agua de forma abundante.

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Leer el capítulo anterior: Las enfermedades respiratorias y el calor

Autores: José González, David Martínez (Dpto Medicina Preventiva y Salud Pública, UCM), Ana Navarro y Ana Orero (Medicina de Familia, CAP Puerta del Ángel, Madrid)

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